Os ofrecemos esta Oración por la vocaciones de S. Juan Pablo II
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Padre santo y providente, Tu eres el dueño de la viña y de la mies y a cada uno das la justa recompensa por el trabajo. En tu designio de amor llamas a los hombres a colaborar contigo en la salvación del mundo. Te damos gracias por Jesucristo, Tu Palabra viviente, que nos ha redimido de nuestros pecados y está entre nosotros para socorrernos en nuestra pobreza. Guía la grey a la que has prometido el Reino. Manda nuevos operarios a tu mies e infunde en los corazones de los Pastores fidelidad a tu proyecto de salvación, perseverancia en la vocación y santidad de vida.
Cristo Jesús, que en las riberas del mar de Galilea llamaste a los Apóstoles y los constituiste fundamento de la Iglesia y portadores de tu evangelio, alienta a tu Pueblo que camina en la historia. Infunde valor a aquellos que has llamado a seguirte en el sacerdocio y en la vida consagrada, para que puedan fecundar el campo de Dios con la Sabiduría de tu Palabra. Hazlos dóciles instrumentos de tu Amor en el diario servicio a los hermanos.
Espíritu de Santidad, que infundes tus dones en todos los creyentes y particularmente en los llamados a ser ministros de Cristo, ayuda a los jóvenes a descubrir el atractivo de la llamada divina. Enséñales el verdadero camino de la Oración, que se nutre con la Palabra de Dios. ayúdales a escrutar los signos de los tiempos, para ser fieles intérpretes del Evangelio y portadores de la Salvación.
María, Virgen de la Escucha y del Verbo hecho carne en tu seno, ayúdanos a estar disponibles a la Palabra del Señor, Para que, acogida y meditada, crezca en nuestro corazón. Ayúdanos a vivir como tú la felicidad de los creyentes y a dedicarnos con incansable caridad a la evangelización de los que buscan a tu Hijo. Danos el servir a cada hombre, haciéndonos agentes de la Palabra escuchada, para que permaneciendo fieles a ella encontremos nuestra felicidad en practicarla. Amén.
Me dispongo para este momento de oración pidiendo el Espíritu Santo.
Del Padre, de Cristo Jesús, del Espíritu: ¿Qué reconozco como obra suya en mí y para mí?
En lo que se le pide a cada uno, ¿qué reconozco como necesario para mí? ¿Me siento llamado?
Diálogo las respuestas con el Señor y agradezco el encuentro.
18 diciembre, 2018